jueves, 13 de octubre de 2022

Depresión docente

 El inicio del año 2018 fue genial.

Después de muchos años pudimos con la familia poder irnos de vacaciones como nos merecíamos. Salimos de viaje a Coquimbo, donde la familia nos recibió con los brazos abiertos.

Más encima tuve la posibilidad de postularme al Programa de Mentorías de la PUCV-CPEIP, al cual quedé seleccionado.

El Primer Semestre de clases fue espectacular: En el Colegio Pampilla empezaba con jefatura de un nuevo ciclo de estudiantes hasta Cuarto Medio. Unos estudiantes de Séptimo Básico súper simpáticos, buena onda y con ganas de aprender. En el IMCO seguía con mi jefatura de 2°Medio y con gran éxito de las actividades culturales que tanto me gustan realizar, con, por ejemplo, la visita del escritor Francisco Ortega para el Día del Libro y la Lectura.

Todo iba tan bien.

Hasta que ya no lo fue más.

El primer semestre terminó bien, pero el Segundo Semestre empezó de la peor forma posible. 

Tenía una Taller Audiovisual, en el que ocupamos una sala para poder tener nuestros equipos y en la cual cerré las ventanas con afiches y pendones para limitar la luz. Por temas de lluvias, un curso de otro edificio debió ocupar la sala para hacer clases. Y como todo curso empezaron a dejar la sala hecha un asco, tras lo cual reclamé a la profesora jefe, inspectores, director e incluso hablé con los estudiantes. Sin embargo nunca hubo una solución. Hasta que uno de los pendones que tenía mi cara, ya que presentaba películas en un Centro Cultural, descubrí que lo habían rayado y pintado. Me molesté.

Publiqué en redes sociales lo que sentí como afrenta. Y fue el armagedón.

Ataques y apoyos no se hicieron esperar. Grupos se enfrentaron en mi defensa y en mi contra. Fue horrible.

Pero lo peor estaba por llegar.

A la mañana siguiente un apoderado de ese curso me envía de manera privada una nota de amenaza con perjudicar mi carrera y profesión.

Y colapsé.

El resultado fue una severa depresión que me hizo estar con Licencia Psiquiátrica todo el Segundo Semestre del 2018. Un año que había empezado genial, se transformaba en el peor que he tenido como docente. 

Cuando empecé con las licencias, estas iban de 15 días cada una, hasta que por fin pude tener hora médica con un especialista. Éste me dio la primera licencia de 30 días, la cual no la podía creer. Esa noche no pude dormir, porque pensaba siempre más en mis responsabilidades docentes, que en mis responsabilidades personales. Pensaba más en el trabajo que en mi y en mi familia. Fue una noche horrible y el día siguiente igual. Mi mente me repetía "¿Qué voy a hacer con todas las cosas que tengo que hacer en el colegio?" hundiéndome más y más en la depresión. 

Fui atendido en el Consultorio, donde me daban de manera gratuita las pastillas que me recetaba el psiquiatra. Empecé a convivir con la Sertralina, pero al tiempo me la tuvieron que cambiar por mi amiga Venlafaxina, ya que la primera me hacía funcionar sólo durante la mañana. Probé también la Clonazepam, pero casi me mata (a lo que mi psiquiatra casi me pegó por haberla tomado sin su consentimiento). Tomaba también pastillas para dormir, pero casi nunca me hicieron efecto en esa época. De todas maneras, desde el 28 de Julio hasta el 18 de Septiembre de ese año, no recuerdo qué hice. Ni siquiera recuerdo el cumpleaños de mi madre, que está entremedio de esas fechas.

Creo que empiezo a recordar desde el 18 de Septiembre porque es la fecha en que me empiezo a dar cuenta que esta enfermedad iba para largo y que si quería volver a ejercer la profesión que estudié y amo, debía empezar a entenderme, cuidarme, respetarme y darme los tiempos necesarios para sanar. Es ahí cuando de verdad empiezo a reconstruirme en pos de volver a ejercer mi profesión y sobre todo como persona. El darme cuenta que esta enfermedad no se iría solo con dar vuelta la página, sino que debía entenderla y trabajar para superarla.

Junto al apoyo de mi familia, logré superar esa etapa y comprendí que si quiero ser el mejor profesor del mundo, también me debe importar cómo me siento al entregarme en mi labor.

La depresión docente es real. Pero se puede superar.

martes, 25 de julio de 2017

Volviendo al ruedo

Han sido años complejos, tanto en transformaciones a nivel nacional, como a nivel personal.
Este blog, que durante un tiempo me sirvió para desahogarme de algunas injusticias que sentí en el sistema, ha estado botado el tiempo suficiente. Tiempo en el cual estuve estudiando, aprendiendo, cambiando.
Hoy doy por iniciado un nuevo proceso en este blog.
Espero mantenerlo en el tiempo.

lunes, 13 de junio de 2016

Liceo Bicentenario (última parte)

Para celebrar el natalicio del prócer por el que lleva el nombre el Liceo Bicentenario, nos invitaron de Santiago para ir a una ceremonia. La Directora aprovechó para realizar contactos con el MIM para que los estudiantes pudieran asistir a ese museo. La idea a priori era genial.
Cuando fuimos ese aciago día, fui el profesor que más trabajó, ordenando a los estudiantes, calmándolos, dirigiéndolos, formándolos, etc... mientras que los otros colegas parecía que iban de paseo. De verdad una lata, ya que gran peso del viaje me lo llevé yo y de manera gratuita.
Al llegar al MIM me relajé, ya que ahí no debía andar tan preocupado de los chicos y me entretuve bastante en ese museo. Pero el problema estaba al llegar.
Recuerdo que a las 17hrs. debíamos estar en la sala de cine del MIM. Llevé, nuevamente prácticamente solo, a los chicos para no tardarnos, pero la función había empezado sin nuestro liceo, a lo cual la Directora fue a reclamar. Pero al parecer no había solución.
Frente a eso le pregunté al Jefe de UTP que iba con nosotros, un ratón de cola larga, qué iba a pasar, me dijo que no habría función y que podíamos seguir dando vueltas por el museo. Yo feliz fui a seguir recorriéndolo. Fue en ese momento en que me encontré con una estudiante, que no estaba en el grupo, si no en el segundo piso, le pregunté por qué no estaba en el grupo principal y me contestó que se había demorado. En eso veo a lo lejos que nuestro liceo estaba entrando a la sala de cine. No alcanzábamos a llegar. Así que nos quedamos en el segundo piso en la sala del espacio. Lamentablemente para mi, se me pasó la hora.
Cuando volvimos la Directora estaba furia y delante de los estudiantes me reprendió fuertemente. Yo no contesté, para evitar un altercado mayor. Pedí las disculpas del caso y subí al bus.
El problema no quedó ahí, ya que supe que el lunes siguiente la Directora de este Liceo Bicentenario llamó a la estudiante y la interrogó sobre mi actuar y si incluso me había sobrepasado. Obviamente ella le dijo que no, sin embargo la directora insistía y que la iban a proteger si confesaba. Nuevamente ella dijo que nada había pasado.
El segundo en ser interrogado fui yo, incluso me obligaba ha firmar una declaración en que el Liceo Bicentenario quedaba fuera de cualquier acción legal que pudiera emprender la familia de la estudiante. Esto me enfureció y le dije que no iba a firmar nada, porque no había hecho nada malo. A lo cual ella me decía que no iba a salir de su oficina hasta que la firmara. Al final le dije "perfecto la firmaré, pero al dorso estará mi versión de la historia y Usted también la va a firmar". Ella no quería, me discutió que no correspondía, a lo que repuse "usted está haciendo lo mismo". Al final accedió y ambos firmamos nuestras versiones de una misma historia.
Cuento corto, esto hizo que definitivamente rompiera relaciones con la Directora y sellara mi destino en el Liceo Bicentenario.
Al finalizar el año, casi todos los colegas comenzaron a hablar acerca de sus renovaciones de contrato en el colegio. A mi nada me decían. Es más en el IMCO el jefe UTP me preguntó directamente qué iba a pasar conmigo, porque sabía que los otros colegas que trabajaban en ambos colegios bajaban las horas y otros se retiraban para irse al Bicentenario. Yo no supe que responder.
Envalentonado, un día de completación le pregunté al Jefe UTP, el ratón de cola larga, qué iba a pasar conmigo y él, muy suelto de cuerpo, me dice "Nadie sabe, ni yo". Molesto le replico que no me mienta, que yo ya sabía quienes habían sido renovados, incluso apuntando a mis colegas y las horas de contrato que tendrían. Al darse cuenta que lo había acorralado, escondió la cola y me dijo que debía hablar con la Directora, que justo apareció, pero ella no se hizo cargo de la situación y me dijo que debía hablar con el Jefe Daem.
Aún recuerdo que fue el 3 de Enero (SÍ, EN ENERO!!!) que el Jefe Daem me llamó diciendo que no seguía en el Liceo Bicentenario, ya que la Evaluación por mi desempeño era mala. Le espeté que no había visto mi evaluación, que eso iba en contra de las normas y que exigía verla, a lo cual me respondió que no la tenía a mano. De todas maneras decía que le extrañaba la evaluación, ya que escuchaba a docentes, apoderados, auxiliares y sobre todo estudiantes hablar muy bien de mi. Pero al final la que decidía era la Directora y que ella me evaluó mal. Y punto final.
Me fui a despedir de los colegas que estaban en el Liceo y salió la Directora muy campante a abrazarme y me dijo "Lo siento". Me aparté, la miré con desdén, obvio no la abracé y fríamente le dije "Hasta luego".
Ese fue el final de mi aventura, que tuvo momentos geniales y otros horrendos, pero que me hizo conocer a unos estudiantes maravillosos, que tienen un futuro enorme por delante y a colegas que les puedo llamar amigos.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

#ParoDocente

Tengo este blog hace mucho tiempo tirado en el baúl de los recuerdos. Sin embargo luego de la gran movilización docente que vivimos tengo ganas de escribir en aquí nuevamente, más que nada para desahogarme de varios temas que viví.

Cuándo comenzó todo?? Aquel fatídico 8 de noviembre cuando leí en el facebook de un colega amigo lo siguiente:“Creo que pocas veces he sentido una rabia así en mi vida. Una traición de este tipo debiera ser castigada con pena capital. Pero como eso no es aceptable, creo que es el momento propicio para que algunos de los traicionados (nuevamente) comprendan que es el instante de descolegiarse. Por último que se haga pública la votación de cada uno en esa asamblea y de esa forma saber a quienes debemos pasarle la cuenta ¡Hasta que la dignidad docente sea costumbre! (y no hayan ratas como estas) “, inmediatamente me puse a averiguar qué había pasado y a qué traición se refería.
Luego lo supe: Gajardo, Presidente del Colegio de Profesores, nos había vendido por teléfono.
Sentí lo mismo que mi colega y amigo.

Al volver el Lunes a clases, las cosas no estaban tranquilas entre los colegas, todos preguntando qué había pasado por la mente de Gajardo para vendernos de esa manera. La rabia comenzó a crecer. Supimos que otras comunas el mismo lunes votaron irse a Paro inmediatamente en repudio a la actitud de nuestro presidente. Nosotros lo hicimos en la tarde, pero el resultado fue el mismo: Paro Indefinido.

El Paro en nuestra comuna ya terminó. Ayer Martes 16 de diciembre volvimos a clases después de un mes movilizados. Un desgastante mes movilizado.

De esto saco varias apuntes interesantes para mi, y de ahí mi decisión de reactivar ahora este blog:

1.- La Prensa: Lo dije en mi Twitter y en mi Facebook, me saco el sombrero ante La Red y radio Bio-Bío, ya que fueron los medios masivos nacionales que más nos tomaron en cuenta, reporteando acerca de nuestra movilización e INFORMANDO lo que realmente estaba ocurriendo. Podemos discutir bizantinamente sobre los otros medios, si informaron o no lo hicieron, pero quienes de verdad estuvieron desde el inicio y siempre con nosotros fueron los anteriormente mencionados. Me acuerdo incluso que por twitter me puse a discutir con un periodista de radio Cooperativa sobre la información que daba su radio y la competencia… La competencia ganó abrumadoramente.
Caso especial es por ejemplo de Mauricio Bustamante de TVN, quien en ningún momento hizo alusión al Paro de profesores. Por qué lo saco a colación a él? Porque muchas veces él es asignado por TVN para entrevistar a las autoridades o ser parte de los debates para las presidenciales. Y si en un movimiento social de interés púbico él no es capaz de informar como corresponde ¿Qué confianza me da para inquirir sobre temas relevantes a quienes deben responderlos?
Podría hablar de que los medios de prensa en nuestro país están vendidos, pero creo que todos los sabemos. El problema es que si los medios se venden al Gobierno, lo estamos pagando todos nosotros.

2.- Redes Sociales: creo que nunca había usado tanto Twitter como durante el Paro Docente. Conceptos como Hashtag o Trending Topic fueron parte de mi vocabulario durante el mes que duró el movimiento. Eso hizo que el número de seguidores fueron subiendo cada vez más, que #ParoDocente fuera TT por dos semanas y que se mantuviera dentro de los diez temas durante una semana más. Sin embargo… el tema seguía siendo irrelevante para los medios.
Cuando leía, y leo, sobre la importancia mediática de las Redes Sociales ya no les creo. Sirven para dar a conocer temas, que muchas veces no los sabríamos de otra forma, sin embargo no posicionan los temas en la sociedad como quieren hacernos creer. Al final del día no son más importantes que un flyer que lanzan en las marchas.

3.- Autoridades: en el caso de las autoridades locales su comportamiento fue tan disímil que podría dar para un análisis tan extenso como complejo. Las autoridades se comportaron de forma tan diferente en las regiones que estaban en Paro Docente, que los colegas debían saber adaptarse a cada uno. En el caso nuestro todos los concejales (excepto el concejal PC y profesor) nos apoyaron, pero el Alcalde no. Sin embargo, a pesar de su molestia no nos hizo los descuentos salariales, que pudiesen corresponder en estos casos.
En el caso de las autoridades nacionales, no sé qué decir, sólo que estoy muy arrepentido de haberlos elegidos en segunda vuelta (claro que la otra opción me imagino que hubiera sido peor). La presidenta, el ministro, la subsecretaria fueron entes invisibles para nosotros. Tenemos claro que hay una institucionalidad y frente a eso es difícil remar. Sin embargo: ser invisibles para ellos?? Habían más de 2000 profesores que estaban movilizados, casi 200 comunas en Paro, pero seguíamos NO existiendo para el Gobierno.

4.- Movilizaciones: este fue un tema súuuuuper complejo de poder resolver entre nosotros: Qué tipo de movilizaciones hacer? Tenemos claro que las violentas son las que aparecen en televisión y fijan la parrilla programática de los noticiarios. Pero ¿Cómo hacer eso sin perder nuestro estatus de profesores de aula, de educadores del futuro de la sociedad? Si fuéramos violentos ¿con qué cara le diríamos a nuestros alumnos que la violencia no es el camino?
A pesar de aquello siempre teníamos discusiones frente ese tema. En San Antonio ganó siempre la opción más moderada.

5.- Colegio de Profesores: esta institución hoy está totalmente desacreditada frente a los nuevos colegas. Yo no estoy colegiado, porque siempre los colegas más antiguos me decían que no lo hiciera debido a que pagabas por algo que no te servía. Al final nunca me colegié.
Hoy me siento inconsecuente. Esto, porque en clases les digo a mis alumnos lo importante de participar en la vida política y que es importante que ellos voten, que si quieren sacar a esos políticos que odian la única forma es votando. Justamente lo que no estoy haciendo en mi gremio.
Es cierto, el Colegio de Profesores está desacreditado, no es representativo, está anquilosado, pero eso no quiere decir que no se pueda arreglar. Y eso depende de todos los profesores jóvenes que están entrando al sistema, que vienen con grandes ideas y ganas de volver a los profesores al sitial que siempre nos ha correspondido y del cual nunca debimos salir.

6.- Profesores: como el tema estaba dividido, obviamente NO todos los profesores asumieron la movilización como parte de la defensa de nuestra dignidad. Sin embargo los que sí lo hicieron demostraron que no estamos fuera de las causas que enseñamos a defender.
Lo dije en Asamblea del IMCO el lunes: estoy orgulloso de mis colegas. Orgulloso de que lo que hicimos no fue articulado por nuestros dirigentes, sino que nació como un clamor popular frente a la traición del que pensamos uno de nosotros. Orgulloso de colocar nuevamente el tema docente en la palestra de las personas, no de los medios. Orgulloso de ser profesor y demostrar en las calles todo lo que he enseñado dentro de las aulas. Orgulloso de decirle a mis alumnos: Luché por lo que creo.

No ganamos tanto como queríamos, si se lograron varias cosas, pero lo que más me satisface es lo último: Colocamos nuevamente nuestra dignidad por encima de los partidos y del dinero. Y para mi eso no tiene precio.


“Hasta que la Dignidad Docente se haga Costumbre”

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Liceo Bicentenario (parte 2)

El 2010, a pesar del terremoto, el inicio de las clases no fue tan malo. Los alumnos eran (son) espectaculares, todos ellos habían pasado por un proceso que había seleccionado a los que nosotros creíamos que eran los mejores. Sin embargo más de alguno se le pasó al colador, pero se fueron rapidito debido a la mala base que traían. Pero con la mayoría se podía trabajar de manera excelente.

La idea de un liceo de excelencia es hacer salir lo mejor de los estudiantes tanto académica, como valóricamente. Pero en esta versión lamentablemente, por la necesidad de resultados, se comenzó a dejar de lado el tema valórico, que para los colegas que creamos el proyecto era importante y constitutivo de aprendizaje. Fue tanto así que muchas veces me vi enfrentado a la directora como a los colegas nuevos por el posible estress en el que podían caer los chicos, y que al final podía terminar por acabar tanto con los alumnos como con el proyecto. Mis comentarios fueron desestimados.

Aún así, vino la contradicción mayor para mi. Los directivos se llenaban la boca que había que elevar el nivel tanto de las clases como del aprendizaje, pero cuando lo elevé un poco quedó el desastre debido a las bajas calificaciones que obtuvieron los alumnos. Lo que supuso que me llamaran para que me acomodara a las "necesidades" del establecimiento: mantener en alguna medida las notas que ellos traían. O sea, bajar el nivel nuevamente. Pero a pesar de que las calificaciones eran bajas, puedo decir en mi defensa que los chicos de verdad estaban aprendiendo, se preocupaban por sus tareas, investigaban, preguntaban y estaban muy motivados por ello, claro también preocupados por las bajas calificaciones.

Una de las anécdotas que más me molesta, es cuando la Jefa del Departamento Provincial de Educación fue de visita al Liceo y al ver que mi asignatura era la que tenía las calificaciones más bajas, me mandó a decir con la directora que "los alumnos no debían aprender todo". Obvio le pregunté a la directora si le había explicado mi metodología de trabajo y todo lo que hacía en pos del aprendizaje de mis estudiantes, pero obviamente se quedó callada, dando cuenta que en ningún momento me defendió.

De ahí en más sólo fueron discusiones en torno al proyecto original versus la realidad que estábamos viviendo. El momento más tenso ante esto vino cuando el establecimiento salió seleccionado entre los Liceos Bicentenarios a nivel nacional: nos juntamos a celebrar tal acontecimiento y todo iba bien, hasta cuando la profesora de Ed. Física (amiga de la jefa) tomó la palabra y felicitó a la directora por hacer el proyecto ella sola. Yo me molesté porque estaba marginando a los profesores que durante tres meses del 2009 habíamos ayudado a crear el proyecto, base del enviado a Santiago, por lo que pedí la palabra manifestando mi desacuerdo. Nuevamente no fui tomado en cuenta y todos (a excepción mía y de Claudio el profesor de Artes, parte del proyecto original) aplaudieron a la directora. Claro que días después, en privado, la directora me dijo que yo tenía razón... puf!! de qué servía en ese momento?? Recibes las felicitaciones públicamente, pero en privado confiesas que fuiste sólo parte de un proceso.

Después de eso, se vendría mi fin en el querido Bicentenario (continuará)

sábado, 10 de septiembre de 2011

Liceo Bicentenario (parte 1)

Hace tiempo que quería escribir esta entrada, pero mi rabia me lo impedía. Ahora que ya estoy más calmado por todo lo que viví en un Liceo Bicentenario, me dan ganas de escribir acerca de aquella experiencia. Como es mucho lo que tengo que decir, tendré que dividir esta entrada.

Recuerdo con cariño aquel septiembre de 2009, cuando trabajando en el IMCO (acuérdense que los nombres son cambiados para evitar daños a terceros) me llamaron del Municipio para una reunión. Yo pensé altiro que algún condoro me había mandado, pero al ver que llamaban a otros tres profesores de ahí, y uno de ellos con una muy destacada labor, descarté de plano esa opción.

Resulta que el DAEM tenía la idea de crear un liceo de excelencia en nuestra comuna, y quería que los 12 profesores congregados los ayudáramos con todas nuestras ideas y experiencias para mejorar la educación municipal, este trabajo extra no sería remunerado, pero con la condición que todos estaríamos trabajando en esa institución para el 2010. Todos nos mirábamos incrédulos de la gran oportunidad que nos estaban dando en bandeja, así nos pusimos a trabajar algunos con más ímpetu que otros, quienes se fueron al final de manera oportuna como veremos después. Me acuerdo trabajar con Pablo, profesor de Ed. Física; Marco, profesor de Lenguaje; Pía, profesora de Inglés; Claudio, profesor de Arte; y yo, que soy profesor de Historia, después de la jornada regular, quedándonos hasta las 21 horas, apurados por terminar luego el proyecto. Supimos también quién iba a ser la directora, que en ese momento me pareció la mejor elección. Y además se hizo una selección de los alumnos que ingresarían a esta nueva experiencia, tras lo cual nos presentamos todos los profesores, más la directora, en una ceremonia muy relajada y entretenida.
Hasta que por fin salió... Y todo era felicidad.

El infierno empezó el 2010. Junto con el terremoto, vinieron muchos cambios en nuestro proyecto original. Y también en nuestros compañeros: Marco se atravesó con la nueva directora, porque de un principio no aplicaba el proyecto que habíamos hecho, por lo que lo cortó; a  Pablo le aserrucharon el piso, quedando fuera del proyecto, y entrando la mejor amiga de la nueva directora; al profesor de música no lo llamaron, prefiriendo a un amigo de un concejal. Una pena porque eran grandes colegas y habíamos formado un buen equipo.

Lo peor fue que el municipio que nos había prometido el oro y el moro para llevar el proyecto a la realidad NUNCA cumplió con lo prometido. Todos tuvimos que poner de nuestras cosas (libros, fotocopias, instrumentos, etc) para que el Liceo Bicentenario empezara a funcionar. La excusa fue el terremoto.

Así llegamos al primer día de clases. (continuará)

lunes, 8 de agosto de 2011

Regalo de la UNESCO

El día de hoy se lanzará la Biblioteca Digital Mundial, patrocinada por la UNESCO que, en un primer momento, tendrá en su base de dato una cantidad de 1200 documentos de diversos lugares de la tierra en sus idiomas originales, pero con su respectiva explicación, incluido en ESPAÑOL (que es lo que nos interesa).

Reúne mapas, textos, fotografías, grabaciones y películas de un valor patrimonial, que permitirán apreciar y conocer mejor las culturas del mundo.

Para nuestro continente y país, podemos encontrar documentos como los de Claudio Gay, o códices precolombinos y los primeros mapas de América.

La Biblioteca Digital Mundial está accesible a través de la web www.wdl.org


DISFRUTEN ESTE HERMOSO REGALO PATRIOMONIAL!!!