jueves, 18 de marzo de 2010

Ser feliz no está de más

Hoy dejé atrás parte de mi historia como profesor en San Antonio... y como soy profe de Historia, obviamente es importante viajar un poco en el tiempo, para entender mi alejamiento.

Hace siete años era uno más de los profesores cesantes de este país, hasta que gracias a un aviso aparecido en Las Últimas Noticias encontré 16 horitas en el Colegio Monckey de Cartagena (obviamente no se llama así, pero de esta manera protejo su identidad XD). A mitad de ese mismo año gracias a otro aviso, esta vez en el diario El Líder de San Antonio, llegué hasta el Ercilia para participar en el proyecto del ChileCalifica, con lo que me gané un par de horas para el año siguiente.
El año 2009 dejé el Monckey, y este año el Ercilia, con lo que los dos colegios que me abrieron sus puertas pasaron a ser un recuerdo... feliz en algunos casos, infeliz en otros.

En este aspecto hoy pensaba que si hubiera estado plenamente satisfecho con lo que estaba haciendo en ambos colegios no me hubiera ido. Claro, si tú eres feliz en un lugar por qué te irías.

En ambos colegios yo estaba entusiasmado cuando empecé, pero luego, gracias a las sostenedoras, aprendí muchas cosas, entre ellas el no sentirme a gusto en un lugar. A mi me gusta hacer clases, me gusta compartir con la gente que trabajo, me gusta esforzarme en que los chicos entiendan, me gusta participar en actividades del y para el colegio, pero también me gusta que reconozcan mi entrega y, cómo no, que me la retribuyan de alguna forma... Y no hablo monetariamente (que sería bueno) sino también a través de una palabra amigable, un gesto o por último una palmada en el hombro y un "bien".

Nosotros somos educadores y por lo tanto tenemos un deber más grande que el sólo hecho de dictar clases. Tenemos en nuestras manos el proyectar en los niños, jóvenes y adultos una idea de vida que sea útil para nuestra sociedad actual, por lo tanto con nuestro actuar entregamos valores, ideas, actitudes que les servirán a ellos para su desarrollo social y laboral. Entonces ¿Cómo puedo trabajar en un lugar donde esto queda relegado a un plano secundario a pesar que te lo restriegan tus jefes en la cara que es primordial?

Se puede, pero con una contradicción terrible... por ejemplo para mi trabajar en el Ercilia los últimos años fue una carga muy grande, a excepción del año pasado que la Nidorah no estaba por encontrarse con pre y post natal, debido a la constante presión por hacer clases didácticas sin tener ningún apoyo de dirección del colegio... El discurso era que los profesores éramos los malos si los alumnos se iban... Se nota que ella no les hacía clases a esos alumnos. Además de las constantes amenazas que si no hacía esto o aquello me hecharía, por eso mismo estuve a punto de ir a presentar una queja por maltrato laboral a la Dirección del Trabajo. Aún no sé por qué no fui.

Sin embargo no todo ha sido malo, a excepción de las sostenedoras de ambos colegios, mis pasos por ellos ha sido maravilloso, conocí mucha gente valiosa que ojalá tenga un futuro maravilloso, y también aprendí como son los peores alumnos del mundo (aunque buenos como personas XD), con lo que, tengo claro, que los que tenga a futuro todos serán pequeños panes de Dios... jajajajajajaja

Sólo puedo decir a modo de despedida:

MUCHAS GRACIAS MONCKEY
MUCHAS GRACIAS ERCILIA

APRENDÍ MUCHO Y ESO ES LO MÁS IMPORTANTE

1 comentario:

Karla Campaña dijo...

Hola, estaba leyendo tu blog. Es muy interesante, hace falta que profesores cuenten lo que sucede en la práctica docente.
Te cuento que administro un sitio web muy similar a tu blog.
www.saladeprofes.cl
Te invito a participar en él. También me gustaría, si me autorizas, a tomar prestado algunos de tus relatos y colocarlo en nuestro sitio. ¿que nos dices? Mándanos un mensaje a nuestro mail
contacto@saladeprofes.com
Gracias